Ese dolor destroza tu ego, pero hace crecer tu alma.

Alejandro Jodorowsky
¿Cuándo algo se destruye en tu vida? ¿Cuándo algo entra en caos y reacomodo... qué herida toca en tí? ¿Qué memorias de qué pérdidas pasadas trae a tu corazón?
Llegamos a la luna llena previa al inicio de un nuevo ciclo astrológico. Todavía hoy nos toca el influjo del 12 de marzo en que aconteció una poderosa Luna llena en Virgo, llamándonos claramente a hacer transformaciones en los cambios y destrucciones que ya estamos viviendo actualmente. ¿Qué área de tu vida parece derrumbarse? ... Ahí es donde está el llamado a sanar, a integrar, a reconocer, a RENACER.
A todos los seres humanos nos toca pasar por cambios en nuestra vida: mudanzas, pérdidas, reacomodos, reconstrucciones... pero la TRANSFORMACIÓN en cada uno de estos cambios es una ELECCIÓN, una elección que hacemos conscientemente: cuando tomamos todo el dolor que nos causa, miramos, reflexionamos y lo llevamos a una energía de renacimiento. Muchos llaman a esta cualidad resiliencia, que es la capacidad genuina de superar la adversidad, de abrazar los frutos de la adversidad para continuar en la vida con propósito y belleza.
Esta luna llena viene muy poderosa, pues la luna solitaria en su cuadrante en el signo de Virgo se pone opuesta al Sol que se encuentra conjunto a Quirón (sanador herido), a Palas (creatividad) y Mercurio (el mensajero sagrado): algo se ilumina en nuestros patrones actuales de vida, en nuestros hábitos, en la forma como abordamos la vida y su naturalidad. Y juntos, Luna y Sol cuadran a Saturno.
Hay algo que ya no cabe en nuestros hábitos, hay una re-estructuración en nuestro cotidiano que se deja ver por algo que recién terminó en nuestra vida: un episodio, una relación, un contrato, un adiós a la que fuimos y al parecer, ya no volverá.
La Abuela Luna por su parte nos está llamando a destejer ese lugar donde dejamos la herida, y al mismo tiempo nos llama a tejer con los hilos que nos quedan un nuevo lugar para comenzar. Si la miramos a través de la ventana, o por el oriente donde sale después del atardecer, ella podrá contarnos los secretos de tejer una nueva red, una nueva manera de danzar con el mundo y con nuestras relaciones... una nueva forma nacida desde la impecabilidad.
¿En qué área de tu vida sientes este llamado?
...¿En tu relación de pareja? ¿En tu alimentación? ¿En el cuidado amoroso hacia tu cuerpo? ¿En el cuidado amoroso a tus tejidos, conexiones neuronales, sistema nervioso? ¿En tu creatividad? ¿En el proyecto de vida que se asoma suavecito por tu corazón?
Ella nos está diciendo que aquí y ahora es momento de ofrendar esos viejos patrones, contándole los aprendizajes que obtuviste, para cerrar el capítulo.
Las próximas dos semanas podrás dedicarlas a reflexionar contigo, a mirarte para detectar puntualmente cuáles son esos hábitos que requieres dejar ya, cuál es la vieja historia que te cuentas y que necesitas despedir. Estas dos semanas serán un buen momento para acudir a consulta con un especialista en salud, revisar lo que duele en tu cuerpo para poder entrar en rehabilitación, descansar, reconectarte con tu corazón para saber qué es eso que se ha ido de tu vida y que no puedes terminar de soltar porque tal vez, necesitas liberar el contrato energético.
Por otro lado de este eje, el Sol junto con Mercurio, Quirón y Palas nos iluminan el camino para reconocer lo que sí queda, lo que aún está encendido en nosotras como esencia de esa resiliencia, que son las herramientas con las que contamos para elegir seguir adelante en consciencia. Y transformarnos.
La astrología de esta luna llena nos muestra un escenario difícil, en su cuadratura (movimiento tenso) con Saturno (el padre-disciplina) nos pide tomar mucha consciencia acerca de cómo vivimos nuestra libertad, nuestra espiritualidad y la construcción de una nueva cultura -basada en el amor y no en el miedo.
Así que es posible, que revivamos miedos que ya hemos sentido en pérdidas pasadas; es posible que volvamos a sentir en el cuerpo la sensación de pérdida y duelo. Pero esto sólo será un camino para darnos cuenta que aquí y ahora es distinto, que aquí y ahora elegimos estar despiertas en esta destrucción, que en este presente tenemos nuevas herramientas para poder transitar la espiral de la pérdida, que nos tenemos a nosotras y eso es mucho más que suficiente.
Estamos siendo llamadas a hacernos cargo de la semilla que está dormida en la tierra, pero que nutrida por nuestras aguas internas, sostenidas por nuestras manos activas y por nuestra elección de recibir en prosperidad, está a punto de germinar. Cuando una semilla se abre paso por la tierra y da su primer brillo hacia el cielo, es porque ha elegido romper su cáscara, soltar lo que fue su hogar primero, para florecer. Aquí y ahora estamos en ese momento.
¿Elegimos romper la cáscara? ¿Elegimos navegar el dolor de hacerlo con amor y compasión?
Sólo la semilla que rompe su cáscara
es capaz de atreverse a la aventura de la vida.
Khalil Gibrán




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